Probablemente, sea uno de los juegos de motricidad para niños de 2 a 3 años que más les gusta. Simplemente hay que colocar los bolos, que pueden estar hechos con material de desecho como botellas, y situar a los infantes a cierta distancia, en fila y con una pelota cada uno.

Con este juego no solo desarrollan la coordinación óculo-manual, el equilibrio o la lateralidad, sino que, además, aprenden normas básicas de convivencia como es esperar su turno

Otra forma de jugar con los peques no tan peques

Coloca las botellas en un triángulo equilátero con uno de los puntos que miren al jugador. Designa una línea de falta, es decir una línea que un jugador no pueda cruzar. Haz que el jugador arroje la pelota hacia las botellas. Cuenta cuántas botellas están derribadas. Si participa más de un jugador, se turnan las pelotas y se restablecen las botellas en orden, asegurándose de anotar cuántas botellas fueron derribadas cada turno. Después de que cada persona haya rodado 10 veces, el niño que ha derribado el mayor número de botellas gana.


¿Quieres compartir con otras educadoras alguna actividad que te funciona especialmente bien en tu aula? Mándanos un mensaje a info@mia.plus y lo subiremos encantados a este blog!